SEÑOR DON COCOCHA: Es usted mi varón a quien admiro, pero no crea que por algún valor personal o virtudes que sean dignas de limitarse, sino porque ya la vida lo llene más allá del bien que del mal y creo que al fin ha llevado a la calma, la tranquilidad y a la resignación, siempre y sencillamente porque ya no le queda de otra, pero lo importante es qye esté tranquilo como si le hubieran dado sal de nitro, como a los gatos, para apagarle el fuego incendiario que padecía como burro manadero y que lo estaba consumiendo, dejándolo todo chipujo, flaco y ojeroso por la angustia de alocarse inútilmente, pues a la hora de la hora no funcionaba haciendo el más espantoso ridículo, como dicen que le pasa a un popular diputado local priísta el que ya también se le secó el manantial seminal por el abuso indiscriminado, olvidando que es un “recurso natural no renovable” y que como el petróleo, cuando se acaba, se acaba. Mi problema Señor Cococha es que ando enredado con una polla velofeañera insaciable que me exige más de lo que puedo, evidenciando, claro, que se trata de la clásica ninfómana choca, la que por más que se le atruje nunca se llena olvidando que ella solo pone la mano de obra, pero yo soy el que pone los materiales y así, pues a donde voy a dar. Pero lo peor de todo es que estoy clavado con ella y prefiero quedarme seco antes que permitir que me griten en la calle ¡Don Usted!, porque no soportaría verme con tremendos cachotes que la verdad me haría más feo de lo que soy. Me he enterado que su amigo el diputado local de su zona, que padece del mismo mal que usted cuando tenía su edad, ya resolvió el problema porque un brujo paisano catemaqueño, llamado la Cabra Infernal, le proporciona un brebaje a base de hueva de tegogolo memeche chiclán, hueva de nigua lesbiana y semen de moguille machacapeño en brama, que le está dando muy buen resultado, pues les aguanta el machuque a las cinco mujeres que tiene en activo, más lo que le cae entre semana y ya lo ve usted, tan campante e indiferente y con carita de yo no fui, que hasta coraje da… por no poder hacer lo mismo, o sea por puritita envidia. ¿Cree usted que sea cierto o es pura propaganda priísta para que la gente crea que los de ese partido son más machos que los diputados de la oposición? Y si es verdad, ¿me podría recomendar con el para ver si me consigue la pócima que le da el brujo?
RESPUESTA: Mi temeroso sexual amigo, no crea usted lo del diputado local, porque aunque es cierto lo de su rejonería irrefrenable que ya lo tiene más clarito y soplado que aquel famoso pescador catemaqueño que en paz descanse, apodado el Güero de Agua, la verdad es que según me ha contado él su capacidad sexual es natural y también ya no encuentra la puerta para salirse de la famita que sus excesos le han originado, pues me asegura que hay veces en que las piernas se le cruzan y le agarra como telele que lo obligan a agarrarse de la pared para no dar el “curulazo” en vía pública, además de que los ojos se le reviran como si le pegara el latido de mujer recién parida y siente que se le descualaringa el moyote como si se lo arrancaran de cuajo, teniendo que tragarse una toma de líquido menstrual de la cotorra alvaradeña que le obsequiara su amigo Juan Montané Castañeda, cuando era alcalde de Saltabarranca, por ser cuna de los piteros más reconocidos de toda esa zona. Olvidándose del diputado local y lo que le cuentan de él y no trate de imitarlo porque de seguro le puede ir peor, lo aconsejable es mejor una graciosa huida que una apasionada entrega con esa mujer, déjela y búsquese otra menos exigente y si le sale igual que la actual, pues entonces si pídale al machucador legislador que le eche una manita con la vieja, ya verá usted como le quita la ninfomanía, o ella lo sepulta por rejón.
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