marzo 17, 2012

El asalto a la razón

Carlos Marín


Sofístico “efecto corruptor”

Para el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Florence Cassez es víctima de un “montaje mediático”, porque “fue expuesta repetidamente y en profundidad a un espectáculo que resulta inadmisible en un sistema democrático de derechos y libertades”.

Todo el proceso que se le instruyó, según él, estuvo viciado por un “efecto corruptor”, consistente en “exponer ante los medios de comunicación a personas acusadas por la comisión de delitos”.

De aprobar tal planteamiento (y muy lejos de garantizar la impartición de justicia), la Suprema Corte legalizará el uso de un sofisma para que muchos criminales obtengan su libertad:

O qué, ¿tal “efecto corruptor” menoscabó el criterio de los jueces y magistrados (débiles mentales a merced de “montajes” de los medios) que en distintas instancias y durante siete años juzgaron a Cassez como secuestradora y la sentenciaron a 60 años de cárcel?

El ministro, por lo visto, ignora que en los videos del “efecto corruptor” aparece la señora sosteniendo ¡siempre! ser inocente y, peor, que las imágenes televisivas no forman parte de su expediente.

No es derecho de Cassez la notificación consular

El doctor Juan de Dios Gutiérrez Baylón, catedrático del ITAM y ex director del Seminario de Derecho Internacional de la UNAM, razona sobre tres puntos clave que debilitan “severamente” el proyecto del ministro Arturo Zaldívar, conforme a lo que en el Poder Judicial se conoce como Sentencia Avena (México vs. EUA, 2004), de la Corte Internacional de Justicia:

1. El argumento de que la notificación consular no es un derecho humano (numeral 124).

2. “Ni los términos de la Convención ni su objeto y fin permiten pensar que ‘sin retardo’ deba entenderse como inmediatamente después del arresto o antes del interrogatorio” (numeral 85).

3. Florence Cassez “no tiene interés jurídico para invocar la deficiencia en la notificación consular sino que, dado que es un derecho exclusivo del Estado, sólo a éste le corresponde invocar cualquier reparación a este título”.

En otras palabras, sólo el gobierno francés puede dolerse como afectado ante las instancias respectivas (numeral 153, apartado 6).

Uno de prejuicios mediáticos

Insólito: el proyecto del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea para liberar a Florence Cassez fue materia de boletín oficial (con membrete y toda la cosa) de la Suprema Corte de Justicia... antes de que los otros cuatro integrantes de la Primera Sala lo conocieran y de que el texto íntegro pueda hoy leerlo quien sea en la página http://www.scjn.gob.mx/ .

El ponente argumenta que, por fallas en el procedimiento, la señora debe recobrar su libertad, y funda sus razones en que, con “una escenificación planeada y orquestada”, se le prejuzgó “mediáticamente” y “fue expuesta” públicamente, por lo visto sin reparar en que su opinión también ha quedado expuesta a la luz pública, volviéndola tema suculento en medios informativos, charlas de sobremesa y preocupación de activistas y defensores de los derechos humanos.

Artículo 131, fracción IX de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación:

Serán causas de responsabilidad para los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación: emitir opinión pública que implique prejuzgar sobre un asunto de su conocimiento…

La acusación de Ezequiel Yadir

Ezequiel Yadir Elizalde fue secuestrado 65 días en 2005 y, al igual que las otras dos víctimas rescatadas con él, acusa sin titubear a Florence Cassez de formar parte de la banda que lo plagió.

A la señora (pareja entonces del jefe de la pandilla) la vio dos veces:

La primera, en la casa por el rumbo de Tepepan a que inicialmente fue llevado: “Llevaba pasamontañas, pero pude verle el pelo y su piel blanca, y me habló con su inconfundible acento para decirme que no le hiciera yo al héroe, porque ella misma me mataría”.

Volvió a verla y oírla, pero ya sin pasamontañas, en el rancho Las Chinitas (por Topilejo) cuando, sujetado de los hombros por alguien que tenía detrás, ella le dijo que iba a enviar “un regalito” a su familia.

“¿Qué prefieres, un dedo, una oreja?”, dice que le preguntó varias veces, antes de inyectarle anestesia en el meñique de la mano izquierda, tras lo cual, afirma, le sugirió: “Te voy a dejar para que la pienses…”.

Algunos de sus secuestradores continúan prófugos y Ezequiel, amenazado como sigue siendo, tuvo que irse a sobrevivir fuera de México.

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