Por: Luis Antonio Arias Rodríguez
Saludos amables lectores, como mi trabajo actual es directamente con adolecentes, me permito brindarles las siguientes palabras: JUVENTUD, REFUGIO DE LA ESPERANZA.
La juventud es una preciosa etapa de la vida que debemos aprovechar para una buena obra. Juventud significa vigor, entusiasmo, acción, y los mejores de entre los jóvenes aprovechan su juventud para prepararse a una vida grande.
Vida grande es la que nos permite, por nuestra preparación y por nuestra obra, superar las dificultades con que tropiezan todos aquellos que no supieron emplear sus mejores años para adquirir buenos hábitos de conducta, estudio y trabajo. Reflexiona en que te conviene restar algunas horas a la diversión y al descanso, para prepararte a lo que ha de venir; para estar en condiciones de mejorar tu vida y de procurar felicidad a otros seres. Estudio y trabajo no son incompatibles con tu alegría; al contrario, la hacen más dichosa y más constructiva, La vida brinda todos los días nuevos alicientes, y ofrece también nuevos caminos.
Hacer de cada uno de nuestros momentos un instante de dicha es vivir siempre en plenitud. La plenitud es el goce espiritual de todo lo bello y de todo lo grande; goce espiritual del que asciende a lo mejor del pensamiento y realiza su obra con cariño. Para el que así trabaja, no hay ocaso.
La juventud que piensa y quiere, es, por tanto, una aurora incesante; la aurora es preludio del nuevo día, y todo nuevo día es un heraldo de esperanza. La esperanza es el impulso siempre renovado de alcanzar lo que sueña nuestro anhelo. Soñemos, si, pero realicemos nuestro sueño con preparación y con esfuerzo. Así, solo así, la juventud puede ser, en poesía y en verdad, el refugio de la esperanza.
Hasta la próxima semana, amables lectores.
Pie de foto
Alumnos de la Escuela Experimental Freinet, haciendo acto de presencia el día 24 de Febrero “Día de la Bandera”.
marzo 17, 2012
DEPORTIPS

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